Se trata de la zona del Cementerio Municipal ubicada junto a la capilla en la parte sur, zona en la que antiguamente enterraban a los “infieles”. Este apartado permanece muchas veces cerrado y los vecinos deben buscar al conserje del cementerio para pedir la llave del candado cuando quieren entrar a visitar a sus familiares o amigos. “Nunca había estado cerrado, es muy triste que los familiares deban volver a casa sin poder visitar a los suyos por estar echada la llave” ha expresado Martín. El motivo parece estar en que la zona se utiliza también para quemar las flores y coronas secas, e incluso ataúdes, y esa no es la imagen que el equipo de Ibor quiere dar en los medios de comunicación.
Hace justo un año el propio alcalde se comprometió a adecentar la zona, pero esa promesa ha quedado simplemente en sembrar 4 plantas junto a las tumbas y en colocar el día de Todos Santos unas indecentes vallas publicitarias (tal y como se ve en la imagen) para separar la zona donde reposan los cuerpos del vertedero. “Siempre se excusan en que no hay dinero, pero dar una mano de pintura a las paredes y recoger la basura no cuesta nada”
Martín lamenta que el alcalde se olvide de algunos de sus vecinos mientras el resto del cementerio lo engalana para la festividad de Todos Santos “quizás el problema está en que los vecinos ahí enterrados no están santificados”.