La historia revela estratagemas para que nuestros gobernantes mantengan el poder, y puedan así hacerlo suyo y propio. Los reyes en la Edad Media ante una revuelta del campesinado utilizaban al ejercito para disuadir con miedo físico las vidas. Actualmente, estados como Estados Unidos y grupos políticos como el de “Le Pen” utilizan el miedo psicológico de una amenaza exterior. El miedo impulsa el voto y sin lugar a duda los sentimientos también. En Alemania, en tiempos del nacionalsocialismo de Hitler fue tomada y manipulada la filosofía de Nietzsche como propaganda nacional sin saber que su filosofía era para pensar y para cambiar a esa sociedad.
El barranco de Paiporta desde tiempos de Bartolo sigue estando como un abocador y cada día del PP que pasa su estado es igual e incluso peor por los desechos de la nueva construcción de la Carretera Benetússer. Además de que no se tiene en cuenta la existencia de daños medioambientales en eventos culturales. Y de la propia decadencia del estado del barranco su resultado es muchas veces el inicio de un incendio, el último en el mes de septiembre del 2010.
Al pasear escasea la vegetación, y más ante el Cambio Climático que ha hecho que muchas de nuestras palmeras mueran ante el animal externo llamado picudo. Este gobierno no ha prevenido la situación con antelación el cual estaba presente en el litoral sur de España. Ahora todos los paiportinos hemos pagado la enfermedad.
El PP reforma jardines y paseos sin tener en cuenta el trasplante de los arboles como la Calle José Ruiz Azorín donde se cortan árboles sanos sin raíces. Todo trasplante es un trauma en sí para la planta, y al parecer el PP ignora que una planta siente. Para el resultado de un trasplante favorable es necesario que la planta sufra menos para ello la forma correcta es con el uso del cepellón, consiguiendo la mayor parte de la raíz y de tierra. Acto no realizado, ni reivindicado por el PP.
Y irónicamente el PP muestra mucho “interés” en la agricultura sólo para urbanizar…
Víctor Manuel Gil